miércoles, 11 de noviembre de 2009

275 €...

La cifra a la que hago referencia son los 275 Euros que percibía un becario del Secretariado del Consejo de la Unión Europea, hasta el periodo de prácticas otoño/invierno 2008-2009, como compensación mensual en la Oficina de contacto del Secretariado del Consejo ante las Naciones Unidas. Eso sí, los billetes de avión están sujetos a reembolso al precio equivalente de un billete Carlson-Wagonlitt (CWL), agencia de viajes archiconocida por estas latitudes bruxelenses*, desde cualquier punto de la UE hasta el aeropuerto más occidental de la UE (según la Oficina de Becarios), que dice que es el de Shannon, en Irlanda. Eso creo que se debe a que el nivel de precio que ofrece CWL al Consejo (con todas sus opciones; reservación anticipada con derecho a cancelación y modificación) equivale al precio de un billete a precio que tu y yo compraríamos.

Estas prácticas son, sin lugar a dudas, una opción única poder hacer este tipo de prácticas. Una experiencia única en la que cualquier persona destinada puede aprender mucho, así como luego transformarse en un excelente portavoz –o vocero- de la excelente labor que el personal comunitario allí destacado lleva a cabo. Creo que experiencias como la que señalo son magnificas y deben ser promocionadas. Europa tiene que dar el mayor acceso posible a “los europeizados” a sus actividades. Es la mejor propaganda posible.

Sin embargo, en referencia a estas prácticas me permito hacer una reflexión / crítica constructiva:

Para hacer estas prácticas es necesario tener un visado de tipo diplomático de los EE UU, de tipo G-3**. Se consigue sin problemas ya que es la propia UE quien se encarga de tramitarlo. El visado impide buscar trabajo –o trabajar más allá de la actividad institucional- en los EE UU.
Por tanto:
¿Puede cualquier ciudadano de la Unión hacer estas prácticas? La respuesta es clara: NO. Sólo pueden aquellos que económicamente tengan un sustento (familia, préstamo, dinero ahorrado…). Es decir, desde un punto legal y económico, las prácticas son solo accesibles para las ‘élites’.
También, existe la posibilidad de que alguien, una vez reciba la ‘llamada becaria ONU-EU’ no diga no a tal oportunidad, y se lance a la aventura. Y como parte de la aventura empiece a trabajar de manera ilegal, en un trabajo, seguramente poco cualificado –camarero los fines de semana, por ejemplo-. ¿Qué ocurriría si en una inspección de trabajo se descubre que hay un joven europeo con visado diplomático trabajando de manera ilegal? ¿Sería un escándalo? ¿Acaso la UE no debería plantearse una reforma de las becas en el Servicio Exterior?

Creo que debemos reforzar el sistema de becas en instituciones europeas fuera de nuestras fronteras. Estoy seguro de que las prácticas fuera de la UE son una experiencia única para el beneficiado y una oportunidad excelente para que la UE pueda vender, fronteras adentro, su labor. Creo que hay que fomentar este tipo de prácticas, pero creo también que debemos garantizar mejor aun su funcionamiento, so riesgo de tener algún percance diplomático que haga sonrojar a las mismas élites europeas de vergüenza…

En la actualidad el Secretariado compensa a sus becarios con unos 1275 Euros mensuales a los becarios con estudios de postgrado y 0 Euros a los que no los tienen…

Y ahora la pregunta: por 25 céntimos de Euro ¿Tomará España alguna medida a tal respecto durante el semestre de su presidencia? ;-)

*Algún día hablaré de Carlson-Wagonlitt…
**The G-3 diplomatic visa is a nonimmigrant visa issued to representatives of foreign governments not recognized by the U.S. to enter into the U.S. to work for an international organization and not for personal business or pleasure. The staff and immediate family members of principal G-3 visa holders also qualify for G-3 visa.

1 comentario:

Carmela Negrete dijo...

Hombre, me alegra que haya gente que intente cambiar las cosas "desde dentro", la forma mas díficl de todas. Y tambin que se arriesgue a exponer situaciones como ésta.