Una crisis no es ni positiva ni negativa: es la gestión que hagamos de la misma lo que supondrá que esta sea positiva o negativa. Por ejemplo, en Chino mandarin no existe diferencia alguna entre la palabra crisis y oportunidad, puesto que, su filosofía milenaria, comprende que todo es cuestión de perspectiva y que no supone nada ni positivo ni negativo una crisis en si misma, sino que, el tratamiento, la gestión y las transformaciones que esta desempeñe harán que el balance de la misma sea positivo o negativo.
- Revisión de los Estatutos de Autonomía, reconociendo la existencia de distintas nacionalidades.
- Matrimonios homosexuales, asumiendo que el ser homosexual es ser un ciudadano como cualquier otro.
- Igualdad legal entre hombres y mujeres, demostrando que la identidad femenina no puede ser discriminada ni menospreciada.
- Reconocimiento del estatuto de españoles en el extranjero, asumiendo así que se puede ser español, y disfrutar de los Derechos y Deberes que esto conlleva fuera de nuestro Estado.
En definitiva, José Luís Rodríguez Zapatero, que para muchos ha sido un presidente del gobierno que ha ido de crisis en crisis, ha tomado cada punto critico de nuestra identidad colectiva para transformarlo en una oportunidad. Esto es, el gobierno del PSOE ha sido oportuno como ninguno antes en su historia. Haber cumplido el contrato firmado con la ciudadanía –programa electoral- al pie de la letra, le hace ser depositario de una confianza institucional –y personal- que muchos otros candidatos ya desearían.
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