En Abril de 2002, cuando las tropas de los Estados Unidos tomaron Bagdad, entre muchas de sus acciones, decidieron hacer tumbar una estatua de Sadam Husein delante del hotel en el que se encontraba la prensa internacional -delante del Hotel Palestina, donde José Couso fue asesinado por tropas americanas con la complicidad del gobierno de Aznar-. La caída de la estatua de Sadam estuvo seguida por un "zapatamiento" colectivo de la misma. El director de los informativos de TVE de la época -Alfredo Urdaci- aseguro que en los países musulmanes, dar golpes con zapatos sobre la imagen de alguien era significado de odio, de desprecio total al "zapateado".Este fin de semana hemos visto como un periodista lanzaba un zapato con Bush...No comentare tal acción...Creo que Urdaci ya lo hizo...Quien siembra vientos, recoge tempestades...Quien siembra odio, recoge odio. La imagen es, ante todo, triste, puesto que demuestra el estado de impotencia de un periodista, que por motivos que de sobra todos sabemos, ha llevado a cabo tal acción.
De la cara de Bush me asombra el odio con el que mira al periodista. ¿Acaso pondría Bush esa cara cuando su padre le pegaba? ¿Acaso volvió a resucitar el "fantasma" de su padre? ¿Acaso volvió a sentirse como ese hijo incompetente a quien su padre intento hacer mejorar a base de golpes?
En fin, muchas lecturas...Pero un solo zapato le tiraron...
1 comentario:
Hola ale, ¿sabes que la empresa que fabrica esos zapatos se ha visto desbordada de solicitudes por el modelo que le tiraron a Bush? Ha creado más de 50 puestos de trabajo nuevos. ¡Qué reflejos tuvo...!Le podía haber dado en toda la cara... todavía podíamos estar riéndonos...
Un saludo
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