Si bien vivimos en una era en la que, teóricamente, se tiende a la destrucción de muros, de barreras, entre las distintas naciones, las distintas culturas, un análisis de la realidad nos hace ver hasta que punto estamos equivocados: Muro de la Vergüenza en Israel, barrera físico-electrónica entre Arabia Saudi e Irak (bajo la excusa de defensa contra el terrorismo internacional ambas), muro entre México y EE UU (para “controlar” la inmigración), muro entre China y Corea del Norte (con la intención de impedir un éxodo masivo en caso de guerra), muros entre las dos Coreas, frontera amurallada y armada en Cachemira, etc.
Aislar una región frente a otra no es la solución a los problemas. En un mundo globalizado como el actual, las fronteras físicas no hacen mas que acrecentar los problemas y por tanto las desigualdades entre los pueblos. Levantar muros, fortalecer las fronteras físicas no hace más que generar tensiones. Un gran ejemplo de tal barbarie lo tenemos entre el Estado de Israel y los Territorios Ocupados de Cisjordania y Gaza: la construcción del muro por parte de Israel no han limitado los atentados por parte de los extremistas. El muro no ha evitado ningún atentado, simplemente ha dado mas argumentos a los movimientos terroristas para atentar. El muro ha actuado como elemento legitimador de la barbarie terrorista.
La solución de problemas en la actualidad pasa por una mediación activa, por politicas de refuerzo de las instituciones de aquellos países cuyas instituciones sean débiles o corruptas. La solución a los problemas pasa por el trabajo activo, por el dialogo, (como por ejemplo el de la Alianza de Civilizaciones). En definitiva, la solución a muchas desgracias de esta humanidad pasa por comprender al otro, ver cuales son sus temores, para asi ayudarlo, reforzando sus instituciones y ganando en democracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario