Si bien en Europa el crecimiento económico es cada vez mas lento -en gran medida fruto de un contexto internacional desfavorable- todavía podemos seguir mirando con optimismo el futuro de la economía mundial. Nuestro mercado interior -el mas fuerte y de mayor volumen del mundo- sigue siendo dinámico y en constante crecimiento, y el euro -potencial moneda de reserva- nos garantiza una estabilidad de precios, así como un elemento de cohesión entre Europeos. Pese a todo, debemos sentar las bases de un cambio de nuestro mercado laboral, nuestra economía y nuestro modelo de desarrollo. Debemos afrontar los retos que la globalización nos plantea con optimismo y con celeridad.
En España, los efectos negativos del contexto económico mundial son moderados, fruto del superávit presupuestario del que disfrutamos, de la inversión en gasto público que realizamos y de un sistema productivo diversificado en todos los sectores. Nuestras políticas sociales garantizan estabilidad económica. Nuestra economía es sana, atractiva y con capacidad suficiente de remontar la desaceleración económica mundial. Sin embargo, al igual que el resto de países de nuestro entorno, debemos afrontar cambios, avanzar más aun:
Debemos seguir cambiando y mejorando nuestro sistema de garantías sociales. Tenemos que seguir cambiando nuestros motores de crecimiento y adentrarnos a fondo en la sociedad del conocimiento. Este cambio no concierne solo a la economía, sino ante todo de una cuestión política -en el sentido amplio de la palabra- de fondo. A este respecto, el ejecutivo socialista y, representa un claro garante del cambio de futuro al que España -y Europa- deben hacer frente.
1 comentario:
A nivel internacional existe una desaceleración económica que ha llegado, por ejemplo, a crisis en EEUU. Cada gobierno tiene herramientas para poder amortiguar los efectos de la desaceleración, y el de España, así lo está demostrando.
¡Saludos desde Valencia!
(en tres meses, serán desde Milán :P)
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